La sangre tuya. Aprender a callar.
La sangre tuya. Aprender a callar.
No dejaba de oír esas profundas palabras. Grabadas en mis oídos, grabadas en mi mente, grabadas en mi corazón, grabadas en mi cuerpo. A cada latido, con el que bombeaba mi sangre por todo el cuerpo esas palabras gritaban en mi cabeza, yendo hasta las células más ocultas.
Había llegado a mi casa en autobús, obviando la invitación de Roberto por ir a buscarme. Quería estar sola. Quería pensar, aunque no había mucho que pensar realmente. Quería desaparecer un instante. Volver a recordar la noche en que sucedió todo. Volver sobre mis pasos en todos esos días para ver si había hecho algo que no debía. Algo...¿prohibido? en ese mundo de terror. En ese mundo de drogas y muertes. De promesas perdidas que cuestan la vida. Pero yo no había hecho ninguna. Y tampoco quería hacerla. Porque....en el mundo oculto tras la vida real...todo cuesta el doble.
Yo estaba metida en él. Ahora. ¿Podría salir? ¿Conseguir afrontarlo y burlarlo?
Era una estúpida. Lo era y siempre lo sería por mi desición. Tenía miedo de que cumplieran esa promesa qye me habían hecho. Mi sangre.....si no callaba. Yo estaba callada, por lo que mi sangre seguiría siendo mía. Pero de la misma manera que me habían amenazado pensando que yo habnía hablado, que los había delatado.....podían matarme con el pretexto de que realmente era un peligro para ellos. Y de hecho lo era. Lo era aunque no fuera más que una pobre chica ilusa que vive en la vida real ajena a esos contrabandos de muertes y drogas. Yo. Yo. Yo.
Era yo, pero ellos...¿quienes eran? ¿De qué se escondían? ¿Serían asesinos de alto rango muy buscados por la policía? ¿Importantes transportadores de drogas? ¿Qué coño? Tenía claro que fueran lo que fueran, ladrones, asesinos, camellos.....tenían que tener mucho prestigio y muchos motivos para querer estar escondidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario